Teil 7: From tree to ceremony

Parte 7: Del árbol a la ceremonia

Durante nuestra estancia en Macuro, aprendimos muchísimo sobre el cacao. En la selva, conectamos con la planta en todos los sentidos. Rezamos a los árboles; los troncos quemados y muertos nos protegieron de los mosquitos, sus cenizas nos protegieron del sol.
Para la cosecha, nos dividimos en dos equipos. Un equipo recorre el bosque en parejas, y una persona retira la fruta madura del árbol con un palo largo. La otra persona las recoge y lleva las bolsas llenas al punto de recolección.
Aquí es donde el segundo equipo clasifica la fruta en tres categorías. Una se descarta y las otras dos se procesarán posteriormente. La fruta ya está clasificada aquí, ya que existen diferentes clasificaciones según la calidad, que determinan el pago. Con un machete, abrimos la fruta y extraemos los granos de cacao, envueltos en una deliciosa pulpa blanca. La fruta es tan hermosa y colorida. Cada una es tan única como el efecto que tiene en nuestros corazones.
Después de unas horas de trabajo, los burros se cargan con sacos de granos de cacao y nos acompañan hasta el pueblo.
En el patio trasero de la casa de Peloma y Miguel, Andrés nos muestra el proceso de fermentación. Los granos se colocan cuidadosamente en capas en cajas de madera forradas con hojas de palma.
Dependiendo del método de fermentación, se mueven con cuidado después de 24 o 48 horas, por ejemplo, para que cada grano pueda experimentar una fermentación igual.
La pulpa, el líquido que contienen y la cubierta de las cajas crean temperaturas que permiten la fermentación del cacao. Diariamente se extraen cincuenta granos de cacao y se abren con un corte limpio para evaluar el estado de fermentación. Este es un factor clave tanto para la calidad como para el pago. Es un proceso realmente fascinante, y Andrés y Marleen nos lo explican todo con pasión.
Estamos muy agradecidos de que compartan todos sus conocimientos con nosotros.
Tras la fermentación, los granos de cacao se secan. Generalmente se extienden sobre telas o papel de aluminio en la calle para que el sol los seque de forma natural. El proceso dura varios días. El cacao se extiende por la mañana y se vuelve a recolectar por la tarde. El mismo proceso se repite al día siguiente.
Una vez seco el cacao, los granos están listos para la venta o exportación. Para ello, los comerciantes pagan un precio por kilo según la calidad.
Podemos continuar el proceso y calentar una sartén. Solo cuando esté completamente caliente, añadimos con cuidado los granos para tostarlos. Los granos se tuestan suavemente, removiendo constantemente y controlando la temperatura.
Ahora se requiere nuestra paciencia.
Ahora hay que pelar los granos tostados y enfriados.
Con la ayuda de los niños del pueblo sólo necesitamos unas pocas horas. ;-)
Los granos pelados se colocan en un molino manual. Allí se muelen finamente en dos a cinco ciclos, con cada ciclo ligeramente más fino, hasta formar la masa de cacao.
Es increíble la cantidad de horas, días y meses de trabajo que requiere la elaboración de la masa de cacao. Impresionante. Tanto amor. Por el cacao y por los detalles.
Todos preparamos nuestro cacao juntos para la ceremonia.
Con el cacao preparado, vamos al río y preparamos un hermoso lugar para la ceremonia.
Agradecemos a todas las entidades y energías involucradas. Por el cacao y por permitirnos estar en el lugar óptimo en este momento. El cacao nos ha reunido aquí, y estamos aprendiendo y creciendo con todo lo que se revela y quiere ser visto.


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